Entelequia

Hace unos años había un barquito de papel, iba hacia la deriva, sin rumbo ni dirección. Navegando conforme las corrientes del mar, pero dicho barquito no se iba a dar por vencido, a pesar de que venía ola tras ola, y una más grande que la otra, iba a ser lo único que podía hacer, lo cual era navegar. 

Por:
Daniella Sánchez
daniella@daniellasanchez.com
Darsc Art Gallery

Entelequia, término creado por Aristóteles para expresar que el fin y la excelencia están en uno mismo. La entelequia se obtiene por medio del trabajo continuo, esfuerzo y acción repetitiva. Solo así se llega a un estado de mejoramiento, de perfección y por lo tanto de entelequia aristotélica. Nuestra exhibición más reciente recibió este nombre, gracias a uno de sus artistas, Emilio (Miedo12). Término que empezó significando algo para él y posterior pasó a ser una reflexión mía, de mis últimos años y de cómo una fuerza laboral y creativa atrajo a otros artistas. Tal y como un barquito de papel, logre navegar durante las olas altas de COVID sin desviarme de mi pasión, tratando que el público no olvidará a mis artistas ni sus esfuerzos.  

Él pasado seis de diciembre (año 2022), después de dos años y medio de pandemia, realicé nuevamente un cóctel y exhibición en la ciudad de Guatemala. Diez artistas de diferentes nacionalidades participaron con obras inéditas. En los últimos años no había querido realizar reuniones públicas, sentía un nivel alto de responsabilidad en cuanto a los contagios. También me sentía magullada por el ciclo y medio de clases en línea que nos tocó vivir con mi hija, jamás me imaginé que yo le iba a enseñar a leer y a escribir. Pero a pesar de esto, sí realicé reuniones en línea y logré conocer a nuevos artistas y traté de mantener una conexión con las personas que ya eran parte de mi círculo laboral. En cierta forma me sentía como un barquito de papel en un mar, a la deriva, sin merced, sin camino, solo podía hacer trabajo remoto en un país donde mi negocio y pasión se caracterizó legalmente como no esencial. 

Para la realización de la presente exhibición me tocó volar un total de treinta y seis horas y media, las cuales se realizaron por medio de doce aviones y dos trenes (Ave). Los artistas participantes de la muestra eran de nacionalidades diferentes, entre guatemaltecos, españoles e indus. La presente exhibición se planificó por un par de años, agradezco a mi esposo e hija quienes me acompañaron en casi todos los vuelos para recopilar las obras, viviendo en el camino experiencias culturales, culinarias y en cierta forma únicas. Desde probar diferentes platos típicos de la India, pasear por los jardines de Versailles en un carrito de golf (del cual quebramos la llave y tuvimos incidentes con seguridad), ir por dos horas en un tren hacia Valencia con los técnicos del equipo Real Madrid quienes iban con nosotros cantando a todo pulmón una canción popular del momento (Bzrp Music Sessions, Vol. 52, Quédate) a encontrarnos a Rema bailando con las señoritas de Duty Free a las tres de la madrugada en el Aeropuerto Charles de Gaulle en Paris. 

Entelequia fue el resultado final de este barquito, quien logró reunir a diferentes amantes del arte en un mismo sitio, taggeando a los artistas y juntando diferentes estilos de arte. No quiero terminar este artículo sin el agradecimiento a Dios, a mi mamá quien es un pilar importante para mí, a mi secretaria y artista Fátima quien siempre me ha dado su apoyo incondicional y una percepción creativa en cuanto a mis ejecuciones y a mi colaboradora Karen cuyas porras las siento a kilómetros de distancia. Pero sobre todas las cosas, quiero agradecer a la Revista The Lawyer Magazine, difunden la importancia de la cultura y el arte en Latinoamérica, haciendo esenciales negocios como el mío. 

Este barquito seguirá navegando con la creencia que todo esfuerzo repetitivo llega a un estado de entelequia, solo tienes que tener paciencia y disfrutar las olas que vienen en el camino. 

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