Formas de Combatir la Corrupción en Nicaragua

La corrupción debemos entenderla como una deformación social severa, que en el ámbito público afecta la gobernabilidad, la confianza de los administrados en las instituciones y la eficiencia de éstas frente a sus obligaciones emanadas por la misma

Ley, es decir, es una afectación negativa general a los derechos de las personas. En el ámbito privado, la corrupción impide negocios y transacciones, deteriora la reputación empresarial, y representa una carga elevada de costos en concepto de multas o sanciones.

Hasta hace poco tiempo, en Nicaragua la corrupción era percibida como un fenómeno directamente ligado al sector público; sin embargo, en los últimos años se ha ido aumentando el análisis de casos de corrupción en la esfera privada empresarial. Para que exista corrupción se requiere de dos partes, el que ofrece y el que acepta, ambas comparten el mismo vicio sin distinción ni justificación posible.

No existe una formula específica  para combatir la corrupción; sin embargo, podemos empezar por crear instituciones supervisora, dotadas de independencia en sus actuaciones, que además tengan como respaldo regulaciones adecuadas.por parte de los organismos legislativos; la creación y adopción de métodos y buenas prácticas empresariales, e incluso la imposición de multas o sanciones, son en parte, las herramientas que se requieren para solucionar esta problemática.

En Nicaragua existen leyes que regulan y penalizan actos relacionados con corrupción, entre ellas tenemos la Ley No. 438, Ley de Probidad de los Servidores Públicos; el Decreto Ejecutivo No. 35-2009, Código de Conducta Ética de los Servidores Públicos del Poder Ejecutivo; el Acuerdo No. 193, Código de Ética de los Servidores Públicos del Poder Judicial; Ley No. 476, Ley de del Servicio Civil y de la Carrera Administrativa; y el Código Penal. Todas estas regulaciones son esfuerzos que ha realizado nuestro país en busca de disuadir, supervisar y castigar los actos relacionados con corrupción, principalmente a nivel del sector público.

En el sector privado, para poder combatir la corrupción es necesario que las empresas no solo cumplan con las regulaciones dictadas por el Estado, sino que también adopten políticas, métodos, prácticas  o estrategias de anticorrupción que excedan el cumplimiento de dichas regulaciones estatales, y que las mismas sean aplicables tanto a los dueños de las compañías como a sus gerentes, trabajadores, proveedores en general.

La adopción y cumplimiento de políticas de anticorrupción no solamente tiene una incidencia positiva a lo interno de la empresa, sino que también puede permitir nuevas oportunidades de negocios o facilitar transacciones con otras compañías, fundamentadas en la buena fe y transparencia de la información. Las empresas en general deben de difundir sus políticas y buenas prácticas anticorrupción, estableciendo normas de cero tolerancia, lo cual se ha comprobado en más de una experiencia, siempre es mayormente beneficioso, tanto para la empresa como para la sociedad misma en la que incide.

Rodrigo Ibarra

rodrigo.ibarra@ariaslaw.com


con colaboración de:

Edgard Leonel Torres.

edgard.torres@ariaslaw.com


Arias & Muñoz – www.ariaslaw.com

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