Planeación Patrimonial – Consideraciones básicas para El Salvador | Benjamin M. Valdez Tamayo

Va el dicho: “Abuelo comerciante, padre noble, hijo pobre”. Sin caer en generalidades, esto describe la realidad de muchos de los destinos de las riquezas del mundo. Si bien es cierto esto puede suceder por varias razones, la planeación patrimonial, como ejercicio legal, brinda las herramientas adecuadas para salvaguardar, a través de las generaciones, un patrimonio familiar.

Benjamin M. Valdez Tamayo
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La planeación patrimonial es el proceso por medio del cual se anticipa y se ordena, un cúmulo de bienes, para facilitar la transición de la propiedad de este patrimonio a las siguientes generaciones. Algunos aspectos por considerar dentro de esta planeación son fiscales, administrativos, societarios e intrafamiliares.

Dentro de los aspectos fiscales, se deben implementar mecanismos legales que busquen minimizar, dentro de la ley, el impacto fiscal que generará la transición del patrimonio. Ya sea que se traspasen bienes muebles, acciones, cuentas bancarias, o incluso, joyas y arte, cada tipo de bien se encuentra sujeto a diferentes cargas impositivas. La correcta planeación patrimonial busca minimizar estas cargas tributarias.

Dentro de los aspectos administrativos, se busca establecer disposiciones contractuales, que garanticen que, única y exclusivamente, la más apta e idónea capacidad administre el patrimonio. Esto no precluye que dentro de la misma familia se encuentre el conocimiento, y la habilidad en los negocios; el objetivo es buscar que esta capacidad se ponga en buen uso.

Dentro de los aspectos societarios se busca estructurar la propiedad accionaria de las empresas productivas, así como la propiedad sobre bienes específicos, de tal manera que las reglas patrimoniales establecidas a través de los contratos correspondientes, se cumplan y sean exigibles. Esto se logra a través de diferentes tipos de sociedades o estructuras corporativas, una para cada circunstancia y propósito.

Finalmente, dentro de los aspectos intrafamiliares, se busca establecer las reglas que gobernarán el trato de la familia y sus miembros, en relación a los negocios. Las facetas emotivas y profesionales se ven íntimamente relacionadas y, en muchos casos, se encuentran incompatibles o en grandes desventajas. Una planeación responsable, ciertamente, ayuda a limar las asperezas que estos roces pudieran tener.

Luego, es importante establecer los pasos a seguir para la estructuración de un plan patrimonial adecuado. Primero y principal es realizar la debida diligencia, a fin de generar un diagnostico holístico tanto del patrimonio, así como de la familia involucrada. Este debe incluir las apreciaciones en cuanto al valor y composición del patrimonio, el árbol genealógico familiar, las relaciones entre la familia, así como las fortalezas y debilidades de los miembros de la ella. También, debe identificar, las expectativas en cuanto al fin último de este patrimonio.

Una vez realizado el diagnostico, el abogado asesor debe redactar y ejecutar los documentos legales que conlleven al cumplimiento de las expectativas identificadas. Por último, y no menos importante, del seno de la familia debe generarse una cultura de compromiso hacia las reglas establecidas, en el entendido que el propósito de las mismas sea la continuidad y protección de la fuente productora de los ingresos familiares, así como la protección de los activos existentes, a manera que los mismos trasciendan a través de las generaciones.

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